martes, 8 de noviembre de 2011

CONSTITUCIÓN INAMOVIBLE

A cuenta de las protestas populares

de Joseba A. Martinez Dantza, el Viernes, 03 de junio de 2011 a las 13:05



El genial periodista Antonio Alvarez-Solís en un artículo publicado en el periódico Gara y recogido en el libro "Así veo Euskal Herria", bajo el título "Constitución y represión", define con nítida claridad en lo que viene a devenir el inmobilismo de cualquier ley magna como es una constitución. Dice lo siguiente: "...Las constituciones solamente suelen perpetuarse en países sin pulso vital ya.", continúa "...la práctica democrática de un pueblo le supone siempre un poder constituyente que no debe obturar ninguna ley con su rigidez. Un pueblo es un pueblo en marcha, no fijado en un pergamino. La ley, aún las que tengan un valor básico, es un convenio que dimana del poder del pueblo, al que se supone en dinámica permanente. Un poder que impida esa dinámica, por estar fijado en el pasado o defender intereses subrepticios, es un poder viciado y, por lo tanto, ilegítimo." Casi no hace falta añadir nada más, dada la claridad del escrito, pero añadiré que la cerrazón de los distintos gobiernos del Estado español para no tocar ni siquiera una coma del texto, han convertido la Magna ley en un pergamino egipcio, en una momia desfasada que constriñe la lógica evolución de la voluntad popular. La ciudadanía ve así como una serie de normas autoreguladoras de la sociedad, en un tiempo y lugar determinados, se convierten en escudo del poder con la única finalidad de perpetuar a éste en las riendas del Estado.




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