A nada que uno sea medianamente avispado se dará cuenta de la proliferación de ganadores en esta partida, cosa por otro lado imposible en el juego, como se sabe. Viene a cuenta del comunicado de ETA anunciando "el cese definitivo de su actividad armada". Todos se apuntan, gracias a ellos ETA ha cerrado el txiringito, claro, por su buen hacer, por sus ímprobos esfuerzos. Después los consabidos comentarios al estilo de "la democracia y el pueblo español han derrotado a la banda terrorista" -dale con lo de la banda-, otros con el recurrente "han sido las Fuerzas de Seguridad del Estado las que han derrotado a ETA y su entorno", y otras declaraciones similares.
Lo que ocultan es que ETA, organización con más de 50 años de actividad, a pesar de haber ha sufrido enormes golpes y desarticulaciones, siempre se ha reconstruido, tal ave fénix, golpeando después en una espiral de acción represión. Si ETA lo deja no es sino por la conclusión a la que ha llegado después de constatar que la violencia ya no es válida y tal actividad no tenía futuro, por no tener salida, o lo que es lo mismo: Ni ETA ni el Estado iban a ganar nunca esta "guerra". También hay que recalcar que la Izquierda Abertzale ha contribuido a llegar a este escenario a través de las conclusiones recogidas en varias de sus ponencias de los últimos años. Estas conclusiones han ido allanando el camino para una nueva forma de hacer política. Por último no debemos obviar a Lokarri como trabajadora vital que ha propulsado este escenario, aportando su valiosa acción de correa de transmisión con entes y personas de talla internacionales, vitales, como se ha visto, para llegar a esta situación.
No señores y señoras, el dolor y muerte que hemos vivido las dos partes ha acabado ya, pero ha sido ETA quien ha decidido terminarla, no se equivoquen.
Lo que ocultan es que ETA, organización con más de 50 años de actividad, a pesar de haber ha sufrido enormes golpes y desarticulaciones, siempre se ha reconstruido, tal ave fénix, golpeando después en una espiral de acción represión. Si ETA lo deja no es sino por la conclusión a la que ha llegado después de constatar que la violencia ya no es válida y tal actividad no tenía futuro, por no tener salida, o lo que es lo mismo: Ni ETA ni el Estado iban a ganar nunca esta "guerra". También hay que recalcar que la Izquierda Abertzale ha contribuido a llegar a este escenario a través de las conclusiones recogidas en varias de sus ponencias de los últimos años. Estas conclusiones han ido allanando el camino para una nueva forma de hacer política. Por último no debemos obviar a Lokarri como trabajadora vital que ha propulsado este escenario, aportando su valiosa acción de correa de transmisión con entes y personas de talla internacionales, vitales, como se ha visto, para llegar a esta situación.
No señores y señoras, el dolor y muerte que hemos vivido las dos partes ha acabado ya, pero ha sido ETA quien ha decidido terminarla, no se equivoquen.
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