miércoles, 9 de noviembre de 2011

LA JUEZA MURILLO Y EL BUEN VINO

Ya decía que la Sra. Murillo, flamante juez del Tribunal de Orden Público, perdón...de la Audiencia Nacional, era amiga del buen vino y otros licores. Sus formas, su delicada utilización del castellano así me lo hacía entrever. Pero como dice el artículo estupendo de Manuel F. Trillo, ella, la Sra. Magistrada, no es un albañil que se pueda romper la cabeza, por mor de un estado, nada apropiado para su labor, no ella dicta sentencias...el albañil, quizás pierda el equilibrio y se rompa el cuello.

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